Pues aquí estoy de nuevo después de pasar el finde por la capital. Decir que todo muy rico,jeje.
El viernes fue el Día Internacional de los Museos, así que allá nos metimos en el Prado a ver la exposición temporal de Tintoretto, que había acabado el día 13, pero que por fortuna se prolongó hasta el 27. Por la tarde aprovechando la coyuntura pues tocó el Reina Sofía. Y a última hora fuimos al teatro a ver la Casa de Bernarda Alba, impresionante, compartiendo patio de butacas con Juan Diego.
Destacar el calorazo que pasamos entre jueves y sábado. El domingo por la mañana en el rastro comenzó una suave lluvia que derivó en el superchaparrón que habréis visto en la tele. Por suerte ya estábamos de camino a casa cuando cayó el diluvio.
El sábado por la mañana, con un calor terrible paseamos por el Retiro y por la tarde tocó visita a la familia de mi chica con comida en un indio de los cientos que hay en Lavapiés. Que pasada. Y por la tarde un pequeño paseo por los jardines de Sabatini y el Parque del Oeste, uno de esos pulmones desconocidos de Madrid, pero que es precioso.
Y poco más dio de sí el finde. Ah, de vuelta a casa, comimos en Segovia, con lo cual sólo me falta Ávila para conocer todas las capitales de provincia Castellano-Leonesas.
Saludos
Deica
El viernes fue el Día Internacional de los Museos, así que allá nos metimos en el Prado a ver la exposición temporal de Tintoretto, que había acabado el día 13, pero que por fortuna se prolongó hasta el 27. Por la tarde aprovechando la coyuntura pues tocó el Reina Sofía. Y a última hora fuimos al teatro a ver la Casa de Bernarda Alba, impresionante, compartiendo patio de butacas con Juan Diego.
Destacar el calorazo que pasamos entre jueves y sábado. El domingo por la mañana en el rastro comenzó una suave lluvia que derivó en el superchaparrón que habréis visto en la tele. Por suerte ya estábamos de camino a casa cuando cayó el diluvio.
El sábado por la mañana, con un calor terrible paseamos por el Retiro y por la tarde tocó visita a la familia de mi chica con comida en un indio de los cientos que hay en Lavapiés. Que pasada. Y por la tarde un pequeño paseo por los jardines de Sabatini y el Parque del Oeste, uno de esos pulmones desconocidos de Madrid, pero que es precioso.
Y poco más dio de sí el finde. Ah, de vuelta a casa, comimos en Segovia, con lo cual sólo me falta Ávila para conocer todas las capitales de provincia Castellano-Leonesas.
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