martes, setembro 29, 2015

588 Un día así como hoy...

...en el año 2004, ponía rumbo a Portugal.
La crónica del día da para un libro... Resumiré...
Salía bien temprano el avión de la Coru con destino Lisboa. Avión... por llamarle de alguna manera. Una caja de cerillas con hélices, sin personal de cabina, con unos 15 asientos, la puerta de los pilotos abierta y con una cajita con una botella de agua, una chocolatina y una servilleta en el asiento. Nada alentador, la verdad. Despegó en hora y a pesar del ruído de los motores, servidor se quedó dormido en menos que canta un gallo. Y así hasta que las ruedas tocaron suelo.

Aquí empieza lo mejor. Bajar del avión, recoger las maletas, buscar un autobús que me llevase a la estación de buses del "Arco do Cego" y coger allí el Expresso con destino a Leiria. Todo esto con un montón de ropa puesta, que en Coruña hacía un frío de narices. El pasmo al llegar a Lisboa y encontrarme con 30º de temperatura, un sol de justicia y tener que cargar con las maletas por el empedrado clásico portugués.

Lo mejor viene ahora. Encontré el bus que me dejaba delante de la estación del "Arco do Cego". No tenía muy buena pinta exteriormente, cómo las de aquí, vamos. Pero daba aquello como una sensación de deshabitado bastante poco tranquilizadora. Me dirigí a una oficina que parecía que despachaba billetes, pero aparentaba ser para buses urbanos. Hablé con un guardia que allí había diciéndole que quería ir en bus a Leiria. Y el buen hombre me dice que esa estación está cerrada hace tiempo y que me tengo que ir a otra, llamada "Sete Ríos", que es allí desde dónde salen todos los Expressos. Mi cara de incredulidad os la podéis imaginar. En medio de Lisboa, sin conocer nada de la ciudad y resulta que la estación a la cual me informaron que tenía que dirigirme pues estaba cerrada para siempre. Pregunté si había algún bus que me llevase a "Sete Ríos" y casualmente podía ir en uno que me dejaba al lado. Subí al bus y allí me fui.

Llegué y comprobé que el bus que quería coger se había ido ya y que el siguiente era dos horas después. Estupendo. Así me dieron las 15 horas y cogí un bus que tardó media vida en llegar a Leiria. El Ferrol-Coruña por carretera me pareció un trayecto corto viendo lo que ví en aquel viaje. Parecía que no llegaba nunca.

Pero al final llegué. La estación de buses de Leiria me esperaba. Y si la de Lisboa que estaba cerrada daba miedo, esta ni os cuento. Y sobre todo ver a un hombre por entre los andenes con un micro inalámbrico cantando las llegadas y salidas de buses...

Así fue mi primer día en Portugal.

11 años atrás... Tiempo y tiempo pasó!

Saludos
Deica

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